"Hércules quedó desolado.
La tomó con infinito cariño y la enterró allí mismo.
Cubrió su cuerpo con un colosal mausoleo de rocas,
y coronó con un sudario blanco su informe crestería desafiante.
Dicen que entonces se le vio llorar.
Lloró de rabia y de dolor sobre la tumba de Pirene.
Sus lágrimas fluyeron entre las piedras creando los arroyos, ibones y cascadas.
Nacían así los Pirineos.¨
RAFAEL ANDOLZ. Escritor y etnólogo
(Escrito basado en un texto suyo)